Como sabemos el Covid-19 paralizó al mundo y no tuvimos más opción que rendirnos a sus pies, vidas perdidas, familias destruidas, potencias mundiales derrotadas, la lista sigue y lo peor, que el covid no parece detenerse. Primero que todo, de parte nuestra a todos nuestros lectores les mandamos la mejor vibra, los mejores deseos y mucho ánimo para afrontar estos tiempos bizarros. En este post queremos contarles un poco de la situación en Colombia, como nos hemos visto afectados Jenni y yo y como intentamos seguir mirando hacia el futuro. Como en muchos países la cuarentena ha sido estricta y sigue en pie, los contaminados cada vez son más, cada vez son más preguntas que respuestas y no sabemos como ver la luz a final del túnel.
Jenni y yo nos encontrábamos administrando un hotel en Salento, para los que no conocen, Salento es el municipio más antiguo del departamento del Quindío, es un pueblo cafetero muy lindo y muy agradable que sin duda deben conocer algún día! Volviendo al tema, el turismo es de las industrias más golpeadas en estos momentos así que Salento cerró, junto a todos los pueblos cordilleranos, junto a los hoteles, hostales...bueno todo. También nos encontrábamos estudiando, mi pasantía está en pausa pero Jenni por suerte sigue adelantando sus estudios (así que cuando estén en Colombia y necesiten un guía turístico ya saben).
Ahora, a que viene todo esto? Lo que queremos es dar esperanza, es dar motivación, es recordarles que aunque en estos momentos estemos frenados, los sueños, las metas y los planes no tienen que detenerse. Sigan soñando con sus proyectos, sigan planeando esos viajes, aprovechen el tiempo para volver a empezar, para entender que de la noche a la mañana la vida puede cambiar, que a veces olvidamos la esencia de la vida por la rutina monótona que llevamos, se nos olvida hacer las cosas más básicas que tal vez sean las más importantes, conocer un sitio que siempre hayas querido conocer, apreciar un paisaje o un atardecer, reír, compartir con nuestros seres queridos. Tenemos que hacerle frente a este enemigo y mantener la fé, que tarde que temprano podremos abrir nuestras alas de nuevo y volar hacia esos sueños.
Retoma tus hobbies, aprende algo nuevo, sé la mejor versión de ti. Nunca fue falta de tiempo, fue falta de disciplina! |